lunes, 17 de diciembre de 2007
miércoles, 17 de octubre de 2007
Volar.
y sentir el aire por última vez golpeando mi cara,
sentir como cuando niño paseaba en bicicleta.
Quisiera gritar tan fuerte,
que se escuche hasta el fondo
pero que nadie lo encuche.
Quisiera sentir el quebrar de mis huesos,
sentir un dolor intenso por unos segundos,
para luego morir.
lunes, 17 de septiembre de 2007
viernes, 14 de septiembre de 2007
miércoles, 22 de agosto de 2007
Enfermo
pero lo extraño es que yo no tomo.
Tome mucha agua y nada.
Más tarde comencé a sentirme desvelado, cansado.
Me fui a dormir un rato y cuando desperté me sentía igual,
solo que esta vez sentí un fuerte malestar en el estomago.
Fui rápido a la cocina y tome una pastilla, pero siguió igual.
Pase la tarde tratando de averiguar que tenia, de que había enfermado,
pero llegue a la conclusión de que mi único mal es tu ausencia.
Apenas te fuiste y ya te extraño.
Tu amante compañero,
Dorian.
domingo, 19 de agosto de 2007
Inalcanzable
sin comprender yo el motivo,
te volviste inalcanzable como una estrella,
como nube que viaja veloz entre los vientos.
Jamás pude alcanzarte.
Como al nacer se abandona el vientre de la madre.
Como cuando se pierde la fe en todo,
y se cree en nada.
Así me tiene tu distancia.
miércoles, 8 de agosto de 2007
domingo, 1 de abril de 2007
Si yo fuera malo...
Si yo fuera malo, tomaría mi arma que guardo bajo la almohada, me cubriría el rostro con una mascara negra y subiría a mi auto. Manejaría hasta la entrada de tu casa a 150 Km./h sin parar en ningún alto y me pasaría los semáforos en rojo. De un balazo quebraría las chapas de tu puerta, entraría a tu casa, y al encontrar a tus padres en la sala, los amenazaría y encerraría bajo llave en el cuarto de lavar. Luego iría a tu cuarto, gritarías como loca, te apuntaría con mi arma y te haría callar con un calcetín en tu boca. Te llenaría de besos y caricias, levantaría tus faldas y te haría mía por la fuerza, dejaría mi semen en tu interior, me abrocharía la bragueta y con todo descaro me iría tranquilamente de tu casa. No me importaría todo el daño que les causaría, los traumas, las noches de pesadillas y la total intranquilidad. No me importaría mi conciencia, mis remordimientos. Y cuando te viera de nuevo, me haría el que no sabe nada, y te consolaría, talvez así me harías caso.
Pero no lo soy, así que en lugar de arma compro unas flores, me cubro con mi gorra azul. Saludo amablemente a tus padres y les cuento cosas sin importancia que me harán sonar maduro y responsable. Luego llegas tú, te obsequio las flores, te recito algún poema al oído, y tú a cambio me compartes unas horas de tu tiempo, charlando de cosas sin sentido. De tus amigas, de tu novio, de la escuela. Cosas que me nunca me han importado y que escucho a diario. Y todo por si talvez, y solo talvez, algún día ese beso en la mejilla con que me despides todas las tardes, se convierte en un beso de amor, en una caricia. Mientras tanto prefiero pensar que soy malo, porque solo así serás mía.